La fuerza inicial es la fuerza que hay que realizar para poner la carga en movimiento, y la fuerza sostenida es la requerida para mantener la carga en movimiento.

Para determinar el valor de ambas fuerzas se debe utilizar un dinamómetro. Por ejemplo, si se trata del arrastre de un carro, se acopla el dinamómetro al asa del carro y se mide la fuerza que se ejerce para empezar a mover el carro (fuerza inicial). Una vez en movimiento, se mide la fuerza que se ejerce para seguir arrastrándolo (fuerza sostenida).